viernes, 4 de mayo de 2012

La hidratación y la voz.


    El agua es el componente principal del cuerpo humano: normalmente representa el 60% del peso corporal en hombres adultos, y es ligeramente inferior, un 50-55%, en mujeres debido a su proporción más alta de grasa corporal. El cerebro y los músculos son aproximadamente un 75% agua, la sangre y los riñones un 81%, el hígado un 71%, los huesos un 22% y el tejido adiposo un 20%. Ingerir la cantidad adecuada de líquido diario, además de saciar la sed, mejora los niveles de hidratación, regula el buen funcionamiento de las células, favorece el transporte de nutrientes, mejora la lubricación de las articulaciones y ayuda a mantener la temperatura corporal.
    Las cuerdas vocales se encuentran recubiertas por una delgada capa de mucus, el que además de servir como barrera contra el ingreso de partículas y agentes patógenos contribuye a mantener las características biomecánicas de la mucosa de las cuerdas vocales, facilitando la vibración, evitando molestias y promoviendo una buena calidad de voz.
    Estudios científicos han demostrado que cuando una persona presenta una hidratación laríngea insuficiente, aumenta la viscosidad del mucus que protege y lubrica las cuerdas vocales, volviéndose este más espeso y perdiendo algunas de sus propiedades facilitadoras de la vibración. Con esto, el umbral de presión de aire necesario para el inicio de la fonación se hace más alto, aumentando significativamente el esfuerzo necesario para producir la voz y facilitando por consiguiente, la aparición de  fatiga vocal.
    Como regla general, una persona de estatura y peso promedio debería ingerir aproximadamente 2,5 Litros de agua al día. Lo ideal es que la ingesta de líquido se realice en pequeñas cantidades, en otras palabras, no es recomendable beber un litro de agua de una vez sino que será mejor aprovechada si ese mismo litro de agua se bebe en 5 vasos de 200 ml, uno cada 15 minutos.  Se estima que la capacidad de absorción de agua por parte del estómago es de aproximadamente un litro por hora, además, si el sistema digestivo reconoce la existencia de una gran cantidad de agua, la eliminará a través de la orina.
    Por otro lado es importante evitar el agua demasiado fría ya que puede producir efectos no deseados.
En algunos manuales se recomienda a los profesionales de la voz la realización de vaporizaciones con la finalidad de hidratar directamente las cuerdas vocales, personalmente no recomiendo este procedimiento y lo considero más bien una herramienta para el tratamiento fonoaudiológico en pacientes con patologías de voz o que ya presentan algún grado de deshidratación laríngea.