El agua es el componente principal del cuerpo
humano: normalmente representa el 60% del peso corporal en hombres adultos, y
es ligeramente inferior, un 50-55%, en mujeres debido a su proporción más alta
de grasa corporal. El cerebro y los músculos son aproximadamente un 75% agua,
la sangre y los riñones un 81%, el hígado un 71%, los huesos un 22% y el tejido
adiposo un 20%. Ingerir la cantidad adecuada de líquido diario, además de
saciar la sed, mejora los niveles de hidratación, regula el buen funcionamiento
de las células, favorece el transporte de nutrientes, mejora la lubricación de
las articulaciones y ayuda a mantener la temperatura corporal.
Las cuerdas vocales se encuentran
recubiertas por una delgada capa de mucus, el que además de servir como barrera
contra el ingreso de partículas y agentes patógenos contribuye a mantener las
características biomecánicas de la mucosa de las cuerdas vocales, facilitando
la vibración, evitando molestias y promoviendo una buena calidad de voz.
Estudios científicos han demostrado
que cuando una persona presenta una hidratación laríngea insuficiente, aumenta
la viscosidad del mucus que protege y lubrica las cuerdas vocales, volviéndose
este más espeso y perdiendo algunas de sus propiedades facilitadoras de la vibración.
Con esto, el umbral de presión de aire necesario para el inicio de la fonación
se hace más alto, aumentando significativamente el esfuerzo necesario para
producir la voz y facilitando por consiguiente, la aparición de fatiga vocal.
Como regla general, una persona de
estatura y peso promedio debería ingerir aproximadamente 2,5 Litros de agua al
día. Lo ideal es que la ingesta de líquido se realice en pequeñas cantidades,
en otras palabras, no es recomendable beber un litro de agua de una vez sino
que será mejor aprovechada si ese mismo litro de agua se bebe en 5 vasos de 200
ml, uno cada 15 minutos. Se estima que
la capacidad de absorción de agua por parte del estómago es de aproximadamente
un litro por hora, además, si el sistema digestivo reconoce la existencia de
una gran cantidad de agua, la eliminará a través de la orina.
Por otro lado es importante evitar el
agua demasiado fría ya que puede producir efectos no deseados.
En algunos manuales se recomienda a
los profesionales de la voz la realización de vaporizaciones con la finalidad
de hidratar directamente las cuerdas vocales, personalmente no recomiendo este
procedimiento y lo considero más bien una herramienta para el tratamiento fonoaudiológico
en pacientes con patologías de voz o que ya presentan algún grado de
deshidratación laríngea.
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